El modelismo se entiende como la creación artesanal de prototipos o representaciones en pequeño tamaño de objetos a lo largo de la historia. En sus inicios, la principal función de esta actividad consistía en actuar como modelo para una posterior construcción industrial y servir como molde.
Es tan antiguo este arte que los primeros modelos encontrados se remontan a la tumba del Tutankhamon y a la embarcación de plata de Ur aparecida en Caldea 3.000 años a. C.
Como vemos, la utilización de estas reproducciones para temas relacionados con el mar viene de muchos años atrás. La reproducción de barcos a escala era desarrollada por modelistas navales artesanos y artistas especialistas en este tipo de actividades.
En el ámbito religioso se dice que se construían obedeciendo al cumplimiento de promesas de navegantes y hombres de mar que habían superado situaciones de peligro. A menudo estos barcos eran construidos a bordo para posteriormente ser colgados de los techos de iglesias y ermitas, como se puede observar en numerosas localidades de Guipúzcoa.
Los modelos navales a escala han sido también utilizados hasta hace poco para la construcción de barcos. Servían como planos y guías para la mejora del proyecto y se fabricaban completos, en secciones o fragmentos. Hoy en día, aún algunos astilleros siguen realizando reproducciones a escala que sirven como obsequio para el armador.
Hacia principios del siglo XVII en Inglaterra y posteriormente en Francia era obligatorio presentar la maqueta naval antes de la construcción de un navío. A mediados del siglo XVIII en España se implantó una ley similar en la que se obligaba a presentar un prototipo del proyecto que sirviera como base, antes de comenzar con la construcción. A continuación se detallarían los planos confeccionados para la construcción de series de buques como fue el caso de los “Ildefonsinos”. Así, nace en España lo que hoy denominamos como modelismo de construcción, arsenal o astillero.
Más adelante, en 1853 se establece en España una Real Orden que obligaba al arsenal o a la casa constructora a realizar un modelo o un fragmento del modelo de los buques que se encargase para la Armada. Cada una de estas maquetas era llevada al Museo Naval de Madrid, constituyéndose el núcleo de sus colecciones y siendo un referente como museo naval a nivel mundial.
Así comenzó el arte de la construcción de barcos a escala que en la actualidad conocemos como hobby de miles de aficionados, que gracias a la fabricación de una inmensa variedad de kits con diferentes niveles de dificultad permite a todo el que se lo proponga convertirse en un experimentado modelista, pudiendo coleccionar los diferentes modelos de construcción naval y experimentar lo que se siente al crear maquetas de navíos que han protagonizado las hazañas más relevantes de la historia.
Y tú, ¿ya te has adentrado en el arte del modelismo?