Finalizamos con esta sexta entrega el Curso de Aerografía de Artesanía Latina, tratando la limpieza y los cuidados necesarios para mantener nuestro aerógrafo como nuevo.
Como habréis oído y leído hasta la saciedad, lo primordial para el correcto funcionamiento y mantenimiento del aerógrafo es su limpieza. Existen utensilios que nos facilitan mucho la tarea y que antes o después por la comodidad que ofrecen terminaremos teniendo en nuestro taller: mini escobillas, limpiaboquillas o estación de limpieza, por ejemplo.
La combinación de estos utensilios con otros más habituales como bastoncillos de algodón y papel de cocina hacen que la limpieza resulte rápida y eficiente.
¿Cómo limpiar el aerógrafo?
Es necesario limpiar el aerógrafo cada vez que acabemos de utilizarlo, por tanto, supongamos que hemos acabado de usarlo y queremos limpiarlo. El proceso que recomendamos debería ser algo parecido a lo que explicamos a continuación, mucho más fácil y rápido de realizar que de explicar con palabras:
1. Retirar el resto de pintura del depósito: puede expulsarse o devolverse al bote original de la pintura.
2. Llenar el depósito de disolvente hasta una tercera o cuarta parte de su capacidad. Con un pincel o bastoncillo de algodón, limpiar las paredes del depósito.
3. Volcar el aerógrafo y tirar el contenido del depósito.
4. Repetir el paso 2.
5. Expulsar a través del aerógrafo el contenido del depósito.
6. Limpiar con papel de cocina el depósito.
7. Retirar el conjunto de la boquilla.
8. Sacar la aguja del aerógrafo hacia delante. Limpiarla con un poco de papel de cocina mojado en disolvente.
9. Humedecer una miniescobilla en disolvente e introducirla por el orificio de la aguja, desde la boquilla hacia atrás. Limpiar la miniescobilla con papel de cocina y repetir el proceso hasta que salga limpia.
10. El paso 5 debió dejar limpio el interior de la boquilla, comprobarlo y retirar la suciedad si se encuentra.
11. Con un bastoncillo mojado en disolvente limpiar el interior del aerógrafo (donde asienta la junta de la boquilla) y el protector externo de la misma.
12. El aerógrafo está limpio, volver a montarlo.
Consideraciones finales
Cuando decimos disolvente nos referimos al producto adecuado para la disolución de la pintura que se usó. El disolvente puede ser agua, alcohol, aguarrás, disolvente universal, etc. Debe usarse lo adecuado para la pintura que se va a limpiar.
Si se usa disolvente universal para la limpieza hay que tener cuidado con las juntas de goma del aerógrafo y retirarlas antes, o el disolvente las dañará sin remedio.
Y hasta aquí ha llegado este curso introductorio a la aerografía. Esperamos sinceramente que os haya servido de utilidad y como siempre, os animamos a hacernos las sugerencias que creáis conveniente sobre qué temas tratar o qué otros cursos preparar. Gracias por estar ahí.