Estamos de enhorabuena junto a nuestros amigos modelistas expertos. Ya sabe que hemos fabricado una nueva edición de un famosísimo navío de línea español: la llamada ‘Trafalgar 1805’. Conozcamos, pues, la relevante historia del navío Santa Ana para así tener una mejor perspectiva de lo que fue esta gran embarcación antes de ensamblar su espléndida maqueta en madera a escala 1:84.
HISTORÍA NAVÍO SANTA ANA: DIMENSIONES
El Santa Ana fue un navío de línea español dotado de 112 cañones que formó parte de la gloriosa Armada Española. Eso sí, en la Batalla de Trafalgar estuvo armado con 104 cañones y 32 obuses, pero… ¿Cuáles eran sus medidas? Tenía una eslora de 213,4 pies y una manga de 58 pies, además de un peso total de más de dos toneladas. Para construirlo, se tomaron como ejemplo los planos del ingeniero de la Marina José Romero Fernández de Landa. Este, a su vez, se basó en cómo se creó otro navío de línea: el Purísima Concepción. En este caso, quien dirigiría la construcción del Santa Ana sería Miguel de la Puente, usando las mencionadas directrices, con los ingenieros Sánchez Bort y Tomás Muñoz.
El precioso velero Santa Ana se erigió como uno de los pioneros navíos de tres puentes llamados ‘Meregildos’. De este grupo tan especial de navíos, formaron también parte otros siete que nacieron posteriormente como Príncipe de Asturias, Mejicano, Reina María Luisa, Conde de Regla, Salvador del Mundo, Real Carlos y San Hermenegildo. Todos se construyeron basándose en el Santa Ana por Real Orden de 1786.
HISTORÍA NAVÍO SANTA ANA: CARACTERÍSTICAS
¿Sus características? Unas enormes cubiertas, una gran maniobrabilidad, un fuerte músculo militar gracias a sus numerosísimos cañones y una gran capacidad de resistencia ante los envites del mar y los enemigos. Portaba tres palos con velas cuadradas y dos o tres cubiertas artilladas. ¡Hasta contaba con pararrayos y cadenas de metal! Si caía uno, el sistema canalizaba la descarga eléctrica hasta el mar.
La historia del navío de guerra Santa Ana lo muestra como uno de los mejores. Creó una manera novedosa de combatir en aquellos tiempos que sería esencial para la Armada. Los distintos navíos se alineaban uno detrás de otro para crear un frente de artillería que disparaba al mismo tiempo. Aunque el Santa Ana se botaba en 1784, incluso años después aún sufría algunas mejoras.
El Santa Ana y sus hermanos navales se convirtieron en los mejores buques de guerra del continente europeo. Era un ‘monstruo del mar’. ¿Su tripulación? 745 marinos en sus tres cubiertas, como buque de guerra. Cuando estallaba un conflicto, se incrementaba a 1.050. Y, en la Batalla de Trafalgar, se llegaba hasta los 1.102. Eso sí, el más grande de los navíos de línea sería finalmente Nuestra Señora de la Santísima Trinidad, apelado con el nombre de ‘El Escorial de los Mares’.
SINGLADURAS MARÍTIMAS INICIALES DEL NAVÍO DE LÍNEA
La historia del navío Santa Ana navegando comienza en 1785 con el comandante Félix de Tejada al frente para realizar su primer viaje, su primer test. La ruta marítima se iniciaba en El Ferrol y concluía en Cádiz. Se percata de que, aun siendo muy resistente con las peores condiciones de navegación, se deben hacer ciertas mejores de arboladura y estrena el tercer dique de La Carraca un año después.
En julio 1797, el navío de línea Santa Ana empieza a forjar su leyenda. El Almirante Jervis y el Contraalmirante Nelson de la Marina Real Británica intentan asaltar Cádiz. Y ahí es donde dieciséis botes cañoneros se posicionan entre Rota, La Caleta (puerta de Sevilla) y Sancti Petri, y otros quince adicionales en la bocana del puerto. Así, apoyan al buque de guerra y rechazan a los ingleses bajo las órdenes de José de Mazarredo. Eso sí, el bloqueo y la presencia británica se repite más veces.
En febrero de 1798, el Santa Ana retoma su singladura marítima con la escuadra de Mazarredo. Veintidós navíos, cinco fragatas y tres bergantines para perseguir a la flota británica, compuesta por sólo 9 navíos y varias fragatas. Esta se retira hacia San Vicente, mientras que la escuadra española al no darles alcance entra de nuevo en Cádiz el día 13. Jervis aparece cuatro días más tarde con veintidós navíos y seis fragatas para reanudar el bloqueo.
HISTORIA NAVÍO SANTA ANA: PRIMEROS CONTRATIEMPOS
El comandante Baltasar Hidalgo de Cisneros toma el mando en julio de 1799, ayudado por el teniente general Grandallana, haciendo campaña por el Mediterráneo y el Golfo de Cádiz. Sin embargo, anecdóticamente, queda varado al poco de iniciar su trayecto hacia Brest junto a la flota francesa.
¿Qué pasa entonces? Que el buque de guerra español se ve obligado a volver al puerto de la ciudad andaluza para desarmarse y repararse. Un gran contratiempo para España por el que se juzga a Hidalgo de Cisneros en consejo de guerra, aunque es totalmente absuelto al final del proceso. Antes justo de la Batalla de Trafalgar, en la que profundizaremos en el próximo post, la historia del navío Santa Ana se une a la capitanía de Alcalá Galiano entre 1803 y 1804.
Mientras tanto, puede leer más de la Maqueta en Madera del Navío de Línea Santa Ana (22905-N) y puede comprarla en este otro enlace. ¡Asómbrese por su belleza y anímese a construirla!